"El ser humano busca su propia destrucción al imponer leyes absurdas"
La semana pasada leí una noticia donde una señora había denunciado a un señor por haberle abierto la puerta del restaurante donde iba a comer. Opino que esta clase de comportamientos son exagerados. La sociedad actual ha llevado a una pérdida de la caballerosidad en los hombres; ellos temen saludar a las mujeres debido a la incertidumbre sobre cómo serán percibidos.
En el pasado, los piropos eran una forma de conquistar a una mujer o un halago a una mujer hermosa. Recuerdo uno de esos piropos que varias veces escuché cuando era adolescente: "Un bello ángel bajado del cielo". "Las flores se han escapado del jardín puedo observar a una flor caminando ahora mismo". Así hay un sinnúmero de piropos que existen, pero poco a poco han ido desapareciendo.
La sociedad ha creado una barrera donde los hombres se mantienen a la defensiva y ya no pueden expresar lo que son. Un ejemplo: Raquel baja del autobús y lleva varias bolsas del mercado, y al ingresar al portal de su casa, uno de sus vecinos le ayuda a abrir la puerta. La mujer, temerosa, no responde ni agradece, y lo primero que dice al llegar a casa a su madre es: "El vecino me ayudó a abrir la puerta, me sentí acosada".
En el trabajo, Sonia trabaja en hostelería y entre su equipo laboral hay un chico que la observa. Ella se siente acosada y comenta al gerente que su compañero la está acosando. Despiden al chico, pero lo que Sonia no sabía es que aquel chico que despidieron no la estaba acosando. Aquel muchacho acaba de llegar de otro país, y en su país ser caballero y atento es normal. Al llegar a España, se sentía extraño al no poder comportarse como era. Antes de su llegada, sus familiares y amigos ya le habían comentado y aconsejado que no observara ni dijera piropos a las chicas, que aquí es distinto.
Casos como los de Raquel y Sonia se escuchan diariamente. ¿Qué está causando esta pérdida de la caballerosidad? ¿Acaso por defender los derechos de las mujeres han silenciado a los hombres? ¿Ellos ya no pueden ser corteses? La respuesta a estas preguntas es compleja y requiere una reflexión profunda sobre la sociedad y sus valores.
A LOS HOMBRES FUTUROS Bertolt Brecht