El amor es un sentimiento complejo y profundo que puede tener diferentes significados.
Eros: Amor pasional y romántico, caracterizado por una fuerte atracción física y emocional.
Philia: Amor desinteresado o de amistad, basado en la confianza, el respeto y la lealtad.
Ágape: Amor incondicional y altruista, que no espera nada a cambio y se enfoca en el bienestar del otro.
Amor romántico y pasional: Intenso y apasionado, común en las primeras etapas de una relación.
Amor amistoso o platónico: Basado en una profunda conexión emocional sin atracción física.
Amor lúdico: Divertido y juguetón, enfocado en la alegría y la exploración.
Amor propio: Afecto y respeto hacia uno mismo.
Amor obsesivo o maníaco: Caracterizado por la posesividad y la dependencia.
En resumen, el amor romántico en la sociedad actual es más diverso y complejo que nunca, aunque enfrenta nuevos desafíos. Nos han hecho creer que para ser feliz, tenemos que tener nuestra media naranja. Esta expresión, “media naranja”, es muy popular en el ámbito del amor y las relaciones.
La idea detrás de la “media naranja” es que cada persona tiene una pareja ideal que la complementa y con la que puede alcanzar una unión perfecta. Aunque es una metáfora romántica, también puede llevar a expectativas poco realistas sobre las relaciones, ya que en la realidad, las relaciones requieren trabajo, comunicación y compromiso mutuo.
Nos han vendido una idea absurda de que necesitamos una pareja para ser felices. Nos han romantizado en creer en finales de cuento de hadas. La realidad suele ser muy drástica; en el momento en que una persona se encuentra sola, siente un gran vacío. Es justo ahí donde empieza la búsqueda por encontrar su media naranja.
Mi pregunta es la siguiente: ¿Por qué necesitamos de otra persona para sentirnos bien?
Nadie tiene que cargar con el peso de hacernos felices. La felicidad está en nosotros mismos, independientemente de si estamos en pareja o no. De hecho, para que una relación de pareja sea satisfactoria, es absolutamente necesario que cada uno sea completo, independiente y feliz. Ser dos personas que deciden estar juntas, no porque les falte nada, sino porque desean compartir su vida y su felicidad. No nos completamos tal como insinúa el mito de las medias naranjas; nos complementamos, para continuar el viaje, para aprender el uno del otro, para apoyarnos mutuamente, y no ser quien cargue los problemas del otro.
Me gustaría que leyeras este pequeño fragmento y recordaras que solo tú puedes darte felicidad.
La felicidad solo depende de nosotros. Solo yo soy responsable de mi felicidad; solo yo y nadie más. Ya no exijo a otros que creen un mundo a mi medida, ya no pido validación a cada instante, nutrientes a mis desconsuelos ni salvadores para mis penas.
Aprende que es mejor rescatarse a uno mismo para ganar en audacia y en fortaleza. No culpes a otros de tus tristezas, deja a un lado rencores y asume el valor suficiente para sanar decepciones y seguir avanzando en aprendizajes. Y cada vez que sonrías, hazlo por ti y para ti.
" Eres una naranja completa"